Masini a La Stampa: «Mi vida se fue al traste por las malas lenguas».
Con motivo de su próxima participación en el Festival de Sanremo, el diario La Stampa ha realizado una breve entrevista a Marco Masini, en la que cuenta los motivos por los que ha estado alejado de la escena musical durante el último año y medio.
«Sé perfectamente quién comenzó a decir de mí que era gafe, que traía mala suerte, y también sé quién continuó echando gasolina sobre esa hoguera ya abundante…». Quien así habla es Marco Masini, que recientemente ha publicado un nuevo disco y que tiene una cita con el próximo Festival de Sanremo. Masini es uno de tantos que ha pagado en su propia piel las habladurías, las malas lenguas o los chismes. Cuando se encontraba en la cima del éxito, no se sabe cómo o por qué, el estigma de desgraciado, de gafe, le fue impuesto: una dura carga a soportar dentro del supersticioso mundo del espectáculo.
Masini, ¿qué opinión tiene de aquellos que le han atribuido la etiqueta de gafe?
No siento rencor. A muchas de esas personas las veo casi todos los días. Digamos que les he perdonado porque lo que más quiero en este momento de mi vida es dejar atrás ese falso estigma que me ha acompañado.
En cambio, en un cierto momento, dio la impresión de que, precisamente por esas personas, quería dejar la música, ¿es así?
Sí. En un momento dado llegué a un punto de no retorno. Por suerte, los amigos, las personas que me quieren y algún compañero de profesión (Giorgio Panariello, por encima de todos) me dieron la fuerza necesaria para continuar. Volví a componer canciones, hice nuevos contactos y, por último, he grabado un nuevo disco, con un título significativo: ..Il mio cammino.
¿Una acusación tan ridícula puede marcar tanto la vida de un artista?
Le contaré una anécdota: en cierta ocasión iba a participar en un programa televisivo pero, pocos días antes, la que por entonces era mi casa discográfica recibe un fax. ¿Sabes qué ponía? «Lamentamos muchísimo tener que anular la presencia del señor Masini debido a que se dice que tal persona emana energía negativa que podría afectar a la correcta realización del espectáculo». ¿Le parece suficiente?
Usted dice saber quién fue… ¿sabe también el por qué?
Evidentemente alguien no podría soportar que un chaval rubio con voz ronca vendiese centenares de miles de copias, trastocando los cimientos del palacio. Se sabe que en este mundillo lo más dañino son las malas lenguas…
Fuente: La Stampa – Luca Dondoni