Marco Masini a L’Indro: «Al final lo que cuenta es la calidad».
Marco Masini es uno de los cantautores más asentados en el panorama musical italiano, de hecho, actualmente se encuentra inmerso en una gira de conciertos por toda Italia, titulada Cronologia tour, que incluye -además de sus más recientes temas inéditos- una selección de las canciones más significativas de sus 25 años de carrera. Parecía ayer cuando -todavía veinteañero- se presentaba a la conquista del festival de Sanremo con Disperato, un canto al desahogo generacional de la época. Desde entonces, sus canciones autorales siempre han dejado huella, sobre todo L’uomo volante. El portal web L’Indro ha profundizado en la crisis discográfica y en sus múltiples causas, pareciéndole preciso escuchar la voz de un protagonista importante dentro del pop nacional. Así, partiendo desde su intensa carrera, construida a través de altibajos, de periodos de éxito, de crisis y de reflexión, durante la cual ha realizado más de diez álbums, comienza esta charla.
Marco, nos conocemos desde hace mucho tiempo, desde que tocabas y cantabas con el piano en los bares…
Sí, aquella fue una experiencia importante, llena de trabajo duro y de estudio, de horas y horas delante de los teclados, del piano o de la guitarra… Tenía la perspectiva de dar cada vez un paso hacia delante, sin fijarnos en otra cosa que en el resultado de nuestro trabajo, construyendo granito a granito. Hoy, en cambio, se tiene la impresión de que los jóvenes que participan en los concursos de talentos, dan por descontado el éxito una vez que han llegado allí. Interpretan una canción que -por regla general- ha sido escrita por otros y basta. Las muchachas, al año siguiente, cambian sus ideas, sus intereses. Pocos parecen destinados a lograr un éxito que dure más de tres meses o un año. El último que ha conseguido realmente imponerse y lograr la atención del gran público, por la fuerza y calidad de sus canciones, ha sido Tiziano Ferro… Pero detrás de él también había mucho trabajo, mucha preparación, como la que teníamos nosotros en los años ’90. Casos aparte, creo que falta calidad. Esa es la que deja huella a través del tiempo. El nuestro es un tiempo de transición, de cambios culturales y didácticos relevantes, se estudia y se aprende de otro modo… Me siento muy de acuerdo en lo que dicen Marco Falagiani y Dado Parisini, acerca de las regiones donde es más profunda la crisis y de cómo la música se propone y se aprecia a día de hoy, que parece que va perdiendo su centralismo…
Con ellos y otros se ha hablado del concepto de deficiencia en el sistema de formación y educación musical, de las carencias en la enseñanza. Tú, antes de llegar al pop, estudiaste música clásica, Beethoven, Chopin, Mozart, Liszt… te llamaban el «pequeño Chopin». Imagino que esta formación fue importante en tu crecimiento musical…
Todas las cosas que aprendes las llevas dentro, incluso aunque luego hagas música pop, pero es el conocimiento en el género -ya sea en la música, en la historia o en la cultura- lo que debe fijar las bases para afrontar un futuro que se muestra cada vez más nebuloso, más incierto y más dramático. Da la impresión de que el futuro parece tan crudo que el hecho de saberlo nos asusta todavía más… por eso es necesario ser conscientes de nuestro pasado. También yo, en el pasado, me he sentido perdido pero hoy sólo siento ganas de vivir, de luchar, de tirar para adelante. Esto es lo que siento y lo que trato de comunicar.
Decía Borges que «somos nuestra memoria». ¿Cómo afrontas este futuro?
Defendiendo nuestro patrimonio cultural y -musicalmente hablando- tratando de coger los elementos novedosos que ofrece el panorama musical; escuchando y estudiando, estudiando y escuchando nuevos sonidos, nuevos arreglos, nuevas formas expresivas… y tratando de tenerlos en cuenta de cara a nuevas canciones.
Dejando a un lado los cambios de registro y formación musical y centrándonos en el tema de base, el de la crisis discográfica, es obvio que ésta es debida a múltiples causas: el rol de internet, la piratería, la ausencia de leyes que protejan los derechos de los autores… ¿qué puedes decirme en base a tu experiencia?
Estoy totalmente de acuerdo con lo que han dicho y escrito algunos protagonistas del negocio de la música. No hay nada que añadir, todas son opiniones válidas. Yo mismo, durante doce años, he producido discos apoyándome en sellos independientes -sociedades que gestionaban incluso los derechos de imagen- pero que siendo tantos, el sistema televisivo ha hecho un buen negocio no reconociendo ciertos derechos. La producción independiente me ha permitido continuar trabajando, estudiando, componiendo canciones y letras. Sin embargo, ahora he fichado por una gran casa discográfica -Sony Music- con un contrato de dos discos y quizás más.
Pero en lo relativo a la falta de leyes que defendieran vuestros derechos contra -por ejemplo- la piratería, ¿no piensas que vosotros mismos, artistas conocidos, no habéis hecho todo lo necesario?
Tienes razón, es así, nos ha faltado una especie de sindicato o consorcio. En contra de la tendencia general, el sistema va por una parte y, aunque se trate de un proceso que nos repercute a todos, cada uno a reaccionado defendiendo su pequeño cortijo. Tal vez somos nosotros -en parte- culpables.
Tú, que has pasado por momentos difíciles, eres alguien que no desfallece, que no se rinde; en el fondo afrontas la vida y la realidad del mundo musical con optimismo…
Optimismo nunca me ha faltado. Nosotros, artistas que venimos de los años ’90 damos cierto enfoque a la música pero debemos tener el valor de salir de aquellos esquemas, valor en utilizar otra metodología, a la hora de escribir, a la hora de componer, buscando nuevos arreglos en base a las experiencias que nos rodean y tratando siempre de regalar emociones. Creo que Che giorno è, la última canción que presenté al Festival de Sanremo, tiene esta intención. El resto de artistas, como Jovanotti y Venditti, demuestran tener valor para salir de los esquemas, de abrirse a la actualidad. Hay muy buenos grupos de música con temas bellísimos, como por ejemplo Coldplay con Viva la vida. Se trata de saber mirar más allá, buscando la calidad, que es lo que cuenta al final. Hay que buscar la excelencia.
La acogida por parte de tus fans, que pertenecen a varias generaciones, lo está demostrando. Por último, ¿cómo está yendo la gira?
Diría que bien. Comenzó tras Sanremo y seguimos todavía en tour por varios teatros de Italia, las próximas fechas serán en Rieti, luego Milano, Torino, Roma, quizás despues Suiza y posiblemente alguna fecha en Europa. Volveremos a tocar en algunos ciudades por las que ya ha pasado el tour, para satisfacer la demanda. Han pasado 25 años y seguimos aún aquí, conscientes del mal momento, de la rabia, pero también de la pasión y del amor.
Fuente: L’Indrò – Marcello Lazzerini