Masini a La Stampa: «Se ha generado una polémica donde no la hay».
Un simio encadenado a una cruz y se arma la mundial: el spot promocional del nuevo álbum de Marco Masini sigue dando que hablar. La Coigest (Empresa que gestiona espectáculos teatrales) ha emitido un breve comunicado tras recibir el mensaje censor de Publitalia. En él añade: «El cd de Masini, que saldrá a la venta el próximo 12 de noviembre, trata de descubrir las fuerzas del instinto y de la naturaleza que la sociedad contemporánea ha olvidado».
La Stampa ha recogido esta información y ha entrevistado al propio Marco Masini con motivo de toda esta polémica surgida: «En un primer momento, puede parecer que se trata de un acto violento incomprensible, gratuito, realizado por un artista que no tiene en cuenta el sentido de la vida y de la muerte de los seres humanos y de los animales. No es así, se trata de una polémica pretenciosa, absurda, inconcebible para quien conoce mi trabajo, mi actividad artística, mi pensamiento. Dejemos de lado el daño económico, el esfuerzo creativo del equipo técnico durante estos días y el dinero invertido. Esto no importa. Me siento profundamente desilusionado, me he quedado perplejo. Hemos llegado a una espiral en la que cual es difícil salir, un sistema totalmente mojigato. En el video hay tres consideraciones que hacer: es la primera vez que promuevo una idea, no un disco; no existe crucifixión alguna, porque el simio estaba pegado, y todo ha sido realizado con la mayor cautela posible. Ahí están las imágenes. Por último, el simio es una metáfora, un regreso a la irracionalidad, al instinto. Se me acusa de ser violento mientras, en televisión, echan la película Estallido, en la que disparan una flecha a un mono por motivos de sanidad».
Masini no cree que deba arrepentirse del spot publicitario: «No tengo nada que reprocharme. El simio no ha sido maltratado, ni tan siquiera acariciado, puesto que estaba prohibido tocarle. La única persona con la que ha tenido un diálogo ha sido con su adiestrador». Cuestionado acerca de su actitud inconformista, aclara: «Yo sólo soy un cantante, no un líder de ningún movimiento político, pero esta Italia es hipócritamente católica, a imagen y semejanza de una iglesia llena de conceptos superados, viejos, carentes de contenido cultural. A mi video se le ha querido dar una imagen blasfema y fanática, alejada de mi manera de pensar y de mi sensibilidad».
Fuente: La Stampa