Masini a Excite: «Cuento historias de amor».
Muchos adolescentes de los años ’80-’90, hoy adultos, habrán cantado, incluso escrito en sus diarios, los versos de sus canciones; esas letras que, aún hoy, resuenan en el interior de nuestras orejas como recuerdos de la primera juventud. Marco Masini es considerado como un gran representante de la música italiana de autor. Hombre fuerte e intachable, no se inmuta ni cuando habla de los periodos oscuros de su vida -como la etiqueta atribuida de la negatividad- ni cuando se refiere a sus victorias -como el triunfo en Sanremo 2004 del cual dice: «no representó nada, tan solo una bonita canción»-; se muestra responsable, determinado y confiado en su fuerza personal y en el talento musical que le lleva aún a vender miles de discos.
En esta entrevista para Excite, habla de su trayectoria musical de ayer y hoy, de cómo habría podido acabar si hubiese sido débil frente a la adversidad y de su victoria en «I migliori anni».
Imagina que te encuentras delante del espejo: ¿quién es Marco Masini visto por Marco Masini?
Es un cantautor que trata de hacer su trabajo en un buen momento, positivo, en este comienzo de 2013. Es una persona que cuenta historias de amor, historias de vida, historias de todos.
En el transcurso de tu carrera musical, canciones como Vaffanculo o Bella stronza suscitaron polémica por las letras y lo que denunciaba. Hoy día una canción así, rebelde, textualmente no haría tanto ruido. ¿Cómo ha cambiado la música desde su comienzo hasta hoy?
Ha cambiado muchísimo, aunque la evolución no se ha dado en la música sino en la sociedad, en la tecnología, en la vida de todos, por tanto es normal que todo lo que ayer nos parecía un adelanto, hoy forme parte del pasado.
¿Tu mensaje musical, a día de hoy, ha cambiado?
Mi mensaje no ha cambiado porque ni antes dejaba un determinado tipo de mensaje ni ahora dejo otro. El mío es sólo un mensaje de amor, como hacemos todos los cantautores, escribimos todos canciones de amor, algunos profundizan más en la política, en temática social, pero sustancialmente son mensaje de amor que experimentan una cierta evolución debido al crecimiento de quien lo escribe. Está claro que con 40 años no se puede ver la vida ni escribir las cosas como lo hacías con 18 o con 20 años. Es una evolución natural, un recorrido obligado para todos.
Durante la etapa de oro de los años ’90, le atribuyeron la etiqueta de la negatividad de la que muchos han hablado. ¿Fue un caso particular el que desencadenó toda esta vorágine o cuál cree que fue el mecanismo que llevó a todo esto?
No, el mecanismo no lo sé, se lo deberías preguntar a aquellos que fueron los que hablaron; el mecanismo no depende de mi porque si yo hubiera tenido constancia lo habría evitado de manera voluntaria. Es un mecanismo que sucedió por otras personas y, por lo tanto, no sé indicarte el recorrido a seguir para descubrir quién fue el «asesino».
Recientemente declaraste que pudiste tener el mismo final que Mia Martini. ¿En qué sentido?
Hay ciertas cosas que pueden incitar a la depresión y al suicidio. Habría podido hacerlo, quizás dejando una carta que indicara los nombres y apellidos de quien me había matado, de quien me hizo caer en depresión, porque conozco los nombres y apellidos. Sin embargo, yo no reaccioné así. He respondido sobre el campo, trabajando, he reaccionado escribiendo otras canciones y buscando -de mil formas- llevarlas a la gente y finalmente ha salido todo bien.
En el año 2004 triunfó con L’uomo volante en el Festival de Sanremo, ¿qué significó para ti? ¿Fue como un renacer, una victoria personal?
No representó nada de eso. Representó una canción bonita que gustó a la gente y que me dio la posibilidad de vender 300 y pico mil copias, nada más.
¿Lo valoras sólo como una simple pieza de puzzle en tu carrera?
Sí, como una bellísima canción que puso a todos de acuerdo y que forma parte de mi repertorio.
¿Qué piensas acerca del nuevo modo de hacer música a través de los reality’s?
Un modo rápido de llevar a casa de los italianos -todos los días- nuevos talentos. Creo que puede ser un modo para llegar antes, aunque luego -con respecto al pasado- no existan apenas productores o directores artísticos. Un principio que es un fin en sí mismo porque, como vemos muy frecuentemente, un artista que sale de un reality puede durar tan solo una canción.
Entonces, ¿crees que puede ser un trampolín directo pero que depende del artista permanecer en la brecha?
Eso es, de su talento y de quien lo siga.
¿Has visto Factor X o La Voz, el último reality con Carrà, Cocciante, Pelù y Noemi?
No, estoy trabajando en una nueva canción y estoy un poco al margen.
Si te pidieran ser jurado de uno de estos «caza talentos», ¿aceptarías?
No lo sé, no me lo han pedido, no te puedo decir.
Tuviste un gran paso por I migliori anni -presentado por Carlo Conti-, tanto que la canción que interpretaste, Cosa resterà degli anni Ottanta, de Raf, ganó la edición Canzonissima del programa. ¿Cómo valoras esta experiencia y qué te ha aportado?
Ha sido una experiencia positiva porque me ha dado la posibilidad de volver atrás, a los años ’80, cuando interpretaba las canciones de otros. Esta experiencia me ha dado positivismo y me ha permitido estar junto a ocho amigos míos, divertidísimos, por lo que hemos creado un buen grupo y agradezco a Carlo y a toda la producción la oportunidad que me han dado.
¿Cuáles son tus próximos proyectos discográficos? ¿Nuevo álbum? ¿Conciertos?
Ha salido hace apenas una semana el nuevo sencillo, Io ti volevo, que formará parte de un álbum de 15 canciones, de las cuales dos serán inéditas. Es una recopilación a piano y voz de todos mis grandes éxitos, ya disponible a través de plataforma web, mientras que el formato físico verá la luz el 2 de abril. A partir de ahí, comenzará una gira sólo a piano y voz donde contaré toda mi trayectoria musical. El álbum se llama precisamente La mia storia… piano e voce.
Gracias Marco.
Gracias a ti.