Marco Masini a Strill: «Ya no siento esa necesidad de rebelarme contra la realidad».
Un viaje en el tiempo que lleva la firma de Marco Masini y que hizo estallar el paseo marítimo de Falcomatà. Fue una prueba general la realizada ayer por la noche en la Piazza Indipendenza por parte del cantante florentino, que abría los festejos en honor a la Virgen de la Consolazione con un concierto promovido por la provincia de Reggio Calabria en colaboración con el municipio. Este concierto cierra prácticamente la gira veraniega y da paso a la gira de teatros del Cronologia Tour, que tendrá su punto de partida en el mes de octubre.
«Se trata de un recorrido hacia atrás acompañado de imágenes y un nuevo sonido marcadamente pop -nos cuenta antes de salir al escenario y cantar con sus numerosos fans que incluyen los de la cercana Sicilia-. Me siento muy feliz de volver aquí, es muy emocionante puesto que siento un calor particular que me llena de energía, que me calienta. Me satisface presentar este espectáculo donde recorro toda mi trayectoria artística volviendo a la que fue la primera parada de este proyecto que comenzó en abril y que ahora hará parada en los teatros».
Sobre el escenario encontramos a un Masini maduro, reflexivo; atrás quedo aquel muchacho agrio, convertido hoy en un hombre que ha aprendido que, con sacrificio, se pueden crear cosas grandes. El espectáculo muestra todas las etapas importantes de estos 25 años, incluyendo canciones como Che giorno è, canción presentada a Sanremo 2015, Non è vero che l’amore cambia il mondo, Il giardino delle api, L’uomo volante, Bella stronza, T’innamorerai, Vaffanculo o Ti vorrei, que recuerdan periodos de cierta dificultad y que, hasta cierto punto, marcaron su historia. «Cuando analizas tu vida -afirma Masini- es muy fácil hablar solamente de buenos momentos pero es necesario también acordarse con furia y orgullo de los no tan buenos. Vivimos en una realidad que es indiferente a todo: la sociedad es despiadada y egoísta y la única opción para todos nosotros es disfrutar al máximo los momentos positivos que tenemos. Ya lo decía en los años ’90, cuando me decían el profeta de la desesperación. Las canciones de aquellos tiempos eran positivas y quien compraba el disco entendía que gritando ese tipo de desesperación se podía y se puede salir ganadores de las derrotas».
Entre las imágenes proyectadas por un proyecto led que parece transportarnos a las atracciones del Luna Park, Marco se deja llevar por un pop ruidoso, con arreglos basados en una sonoridad fuerte que, adaptada a su voz ronca, desencadena el río humano disuelto por el paseo marítimo Falcomatà. El momento más intimista llega cuando coge asiento delante del piano, dejando entrever al cantautor marcado por el tiempo. La suya es una evolución natural de la vida: «Hasta un cierto punto, ya no siento dentro esa fuerza de rebelarse hacia una realidad a veces tan cruda como la actual sino que prevalece en mí el deseo de vivir la vida plenamente, como si fuera el último instante. En cuanto al resto, las ganas de crecer llevan espontáneamente a la necesidad de vivir, más allá del deseo de hacerlo».
Se apagan las luces y el consejero delegado de Turismo y Espectáculos, Francesco Cannizzaro, felicita a la organización por «el artista que muda la piel, que no para de probar nuevos caminos y que respondió rápidamente a la llamada de la provincia». Junto al presidente Raffa, elegimos a Masini y a muchos otros artistas con el objetivo de proponer buena música italiana, cabaret y tradición popular pero también para revalorizar el espacio del paseo marítimo, una de las zonas más bellas de la ciudad con la que se pueden mostrar de manera extraordinaria este tipo de eventos al aire libre».
Fuente: Strill.it – Grazia Candido