Marco Masini a La Stampa: «En Bella stronza critico a quien traiciona sus sentimientos por dinero, sea hombre o mujer».
Vengativo este Marco Masini: tras Vaffanculo, este artista sin pelos en la lengua regresa con Bella stronza, canción que los expertos aseguran ir dedicada a Gabriella Barbuti -de 27 años- aspirante a actriz y ex pareja sentimental del artista toscano. Según cuentan, la muchacha le dejó para perseguir un lugar en el apasionante mundo del cine. Desde aquella ruptura, Masini no cesa de molestarla con dolorosas canciones. Gabriella -a su vez- no desaprovecha la ocasión de aprovechar el tirón para realizar entrevistas en revistas populares, dejando entrever que la llama no se ha apagado del todo. Mientras, Marco Masini vaga por la geografía italiana promocionando su nuevo álbum: este domingo acudirá al estadio Sant’Elia para comentar (en directo por Tele 2) el post-partido Cagliari – Fiorentina. Pero, más allá de esta aparición, Masini recorre sin pausa las radios privadas, donde realiza apasionantes charlas telefónicas: los fans le interrogan y él responde a corazón abierto. Ayer le tocaba el turno a Torino, a Radio Manila y a Centro 95. De su aparición en una de estas radios, os mostramos un extracto del pensamiento de su autor, Marco Masini.
¿Principessa habla de una chica a la que su padre maltrata?
Habla de un hogar donde se respira un ambiente cargado. Es la historia de un padre que, por varias razones (ya sea porque no tiene dinero o porque ha perdido su trabajo…), paga su rabia tocando y pegando a su hija y a su mujer. En estos casos, la hija puede tomar dos caminos: denunciar al padre y destruir esa familia o encontrar un chico y escapar. La canción muestra esta segunda opción.
¿Bella stronza es autobiográfica?
En parte: dentro de Bella stronza hay experiencias personales y de mis amigos.
A mi también me sucedió lo que relatas en tu canción, pero la zorra era yo.
¿Y cómo fue? – pregunta curioso Masini.
Es algo de lo que me arrepiento. Estábamos en una discoteca, iba un poco contenta y me fui con otro.
¿Y tu chico estaba allí contigo?
Sí, sí. Además lo vio todo, pero no me dijo nada.
¿Pero el otro chico era millonario, como en la canción?
No era rico pero tenía cierto poder adquisitivo… aunque no lo hice por eso. Lo hice como venganza: mi novio pasaba de mí, no me prestaba atención.
Bueno, es algo diferente. Y, de todas formas, yo no he escrito esta canción para decir que las mujeres son de esta forma y los hombres no: al contrario, critico a quien traiciona sus propios sentimientos por dinero, ya sea hombre o mujer. Aún así, la infidelidad no siempre es negativa: puede sentenciar una historia de amor o reforzarla, darle un empujón. Frecuentemente el amor degenera en rutina, por lo que hay que vivirlo intensamente, si no aparecerá otro que proporcionará la atracción de la aventura y te quedarás descompuesto.
¿Qué le respondes a aquellos que te acusan de escribir canciones que contengan palabrotas para vender discos?
No creo que una persona sea tan estúpida como para comprar un disco de Marco Masini porque haya una palabrota. Si haces una canción que contiene palabrotas pero la canción no gusta, la gente no la compraría. Creo en la inteligencia de la gente, en las nuevas generaciones, que son mejores que otras.
En Bella stronza criticas a tu pareja pero en Volersi male confiesas también haber sido infiel.
Es verdad. No soy un santo. En el álbum hay mucha autocrítica.
Hablemos de Il morbo di Beautiful: una canción que habla de las series y novelas de televisión.
No critico a quien ve Beautiful, faltaría más: yo mismo he visto alguna vez algún episodio, en cambio mi hermana ha visto miles de ellos. Beautiful es una gran abstracción de la realidad. Yo critico a la televisión porque nos da alternativas equivocadas, con esas historias que les pasan sólo a los guapos y no a los chicos normales, que suceden en apartamentos kitsch y no en los pisos de barrios de la periferia…
¿Para nosotros, jóvenes normales, queda aún alguna esperanza, algún rayo de sol?
La realidad nos oprime, por eso necesitamos tener dentro de nosotros ese rayo de sol.
Fuente: La Stampa – G. Fer.