Masini a TV2000: «No he seguido ninguna estrategia, me dedico sólo a expresar emociones».
Marco Masini fue entrevistado el pasado sábado 2 mayo por Monica Mondo en el canal TV 2000, en su espacio #soul. Un diálogo de casi 30 minutos en la que la veterana periodista le preguntó por temas tan sustanciales como la relación con sus padres, su visión acerca de Dios o su vínculo con la música.
Una charla distendida en la que se trataron asuntos hasta ahora inéditos del cantautor.
Siempre me dije a mi misma que vale la pena encontrar a un cantante, a un poeta, a un compositor que escribe sobre ciertos aspectos, que tiene cosas que decir. Me parece que tienes un corazón sincero. ¿Cómo te definirías, al margen de nombre y apellidos?
Como alguien que no tiene nada de especial. Sólo soy una persona que persigue la vida con todas sus dudas, con algunas respuestas porque quizás he madurado un poco pero sigo haciéndome miles de preguntas. No tengo nada de especial.
Tener miles de preguntas no es poco…
No.
La mayoría de la gente ya no se hace preguntas.
Sí, es verdad, pero al final llega un momento donde todos nos hacemos preguntas, quizás porque lo que esperábamos no termina de llegar o, en cambio, sólo llegó una parte. Por tanto creo que igual no nos hacemos muchas preguntas pero al final todos nos llegamos a hacer un par de ellas importantes.
¿Pero es verdad que tú eres un tipo enrabietado con la vida?
No, he tenido rabia de joven pero no con la vida sino con quien condicionaba nuestra vida. Nunca he estado enrabietado con la vida, es más, todo lo que he escrito lo hice para defender mi vida y
-aprovechando la música y la exposición en los medios sobre todo en los años ’90- la de aquellos que me escuchaban y compartían mis pensamientos.
Han dicho de ti que eres melancólico, te han etiquetado como muy sensible durante todos esos años, ¿te asimilas a esta imagen?
Lo dijeron precisamente en aquellos años porque aquellos años tenían la característica de ser años en los que estábamos abandonados. Los ’90 fueron años terribles para las nuevas generaciones por la fuga de todos los referentes, hombres, ideologías, incluso la misma política… en ese momento todo lo que llegaba tenía una increíble credibilidad y quien gritaba y tenía rabia era quien debía estar y sucedía también en la música, porque creo que también la música es una forma de comunicación importante.
Hablamos de sentimentalismo: estamos llenos de canciones sentimentales, no sólo en la melodía, también en las letras pero que no inciden en las preguntas acerca de la vida de las que hablábamos antes.
Pero es porque fundamentalmente los sentimientos son una forma de egoísmo, el amor mismo es una forma de egoísmo: yo te amo porque obtengo un beneficio amándote y dejo en un segundo plano el hecho de que tú me ames o no. Lo importante es satisfacer nuestros deseos. Y estos son los defectos más importantes de nuestros sentimientos, en mi opinión.
¿El defecto es que luego transformamos esos sentimientos en una pretensión?
Sí, en una pretensión pero que a veces ni siquiera significa querer cambiar a la persona que tienes delante. Sólo el pretenderla nos da un valor, una idea distorsionada del valor de las cosas.
Tú, Marco, has llevado la música dentro desde que eras un niño, desde que tocabas con el piano, ¿no es así?
Sí, yo tenía un pequeño órgano electrónico que me regalaron mis padres y desde ese momento nació un amor hacia la música increíble porque desde que tenía cuatro años ya silbaba las cosas que oía y -fíjate- que las oía en pocos sitios. No es como ahora que la música se escucha en todas partes; en aquel momento escuchaba la que me mostraban mis padres porque en la calle no existía una difusión musical. Había 2 radios, una televisión pública, unos pocos discos y basta.
De ahí a ganar el Festival de Sanremo, a reventar el mercado discográfico, a firmar bandas sonoras de películas, a cruzar fronteras. Ahora inicias un nuevo tour, ¿te consideras una persona afortunada?
Sí, totalmente. Tuve la suerte de poder compartir mis emociones con mucha gente y a día de hoy creo que lo más difícil y lo más importante es evitar la soledad. Este es un gran obstáculo en el camino de nuestra vida.
En una canción tuya que se llama Querido papá leo que primero te refieres a un mejor amigo que después se vuelve un enemigo. Refleja la situación de muchos adolescentes. ¿Qué significa para ti tu padre?
Mira, en esta gira presento algunas canciones con citaciones de autores que para mí son importantes, que he leído durante mi vida, algunos de manera casual. Una especie de prefacio a algunas canciones. Entre las citas hay una de un anónimo que dice: «siempre quise vestirme de héroe pero la ropa de mi padre me quedaba muy grande.» Creo que esto es lo que significa ser padre, ser una figura que está ahí siempre y que es casi un mago, porque los padres para mí son unos magos en el sentido de que todo lo que te dicen -sobre todo en la adolescencia y en la infancia-, se cumple. Sólo necesitas saber leer entre líneas, leer la metáfora.
Uno lo aprende después.
Totalmente.
Tu madre: perdiste a tu madre siendo muy joven y tuviste un dolor grandísimo.
Sí, pero afortunadamente la perdí de joven porque creo que cuando pierdes a alguien siendo joven la pierdes en un momento en el que estás aún a tiempo de arreglar las cosas.
También puede significar enrabietarse con la vida.
Tienes muchas distracciones y miras la vida aún como un recorrido largo que se puede emprender con distracción. Una cosa así te hace daño pero no te marca, no te condiciona. Está claro que me encantaría poder ver a mi madre a día de hoy.
Que no es cierto que el amor cambia el mundo, depende del amor.
Depende del tipo de amor, es cierto.
Tú dices: «unido a un ancla que te inmoviliza en el fondo y a un sueño que te empuja hacia lo alto«. (Non è vero che l’amore cambia il mondo)
Depende del uso que tú hagas del amor: si haces un uso del amor estrictamente egoísta, si le das un uso cotidiano por tu «hambre sentimental» o por miedo a la soledad, está claro que el amor se vuelve un instrumento y no será capaz de cambiarte ni de hacerte coger el timón de tu vida. Por consiguiente, si tú no cambias no serás capaz de cambiar tu realidad y -si hablamos en otros términos- no conseguirás cambiar este mundo.
En mi opinión, ese es el hilo conductor de tus letras, de tus canciones. En resumen es esa necesidad de amar que se encuentra en todos pero que no se puede sólo sacar fuera sino que hay que saber pedirlo.
Tú dices que «Dios no existe, que necesitas de él» y que «un silencio desesperado dentro de ti grita que Dios no existe». Es un grito que afirma su existencia, ¿también una blasfemia puede afirmar la existencia? (Dio non c’è)
No, en mi opinión la blasfemia es un modo superficial de afrontar el dolor. Creo que se trata también de una cosa cultural, porque la blasfemia forma parte de nuestra cultura -desgraciadamente- y sobre todo de los toscanos y de los italianos. Pero deseo que Dios exista porque si este mundo está hecho trizas es porque falta un órgano de control espiritual, real y que ponga de acuerdo a todos. El problema es que esa voluntad de que exista Dios está interpretada de mil maneras, por lo que existen más dioses y, en mi opinión, esto lleva al adoctrinamiento.
Luego están los dioses, el éxito, el poder, la carrera, la belleza… los ídolos.
También, también, son ídolos mal interpretados en mi opinión. No han sido creados para gestionar esta espiritualidad.
¿Tú conociste a un sacerdote llamado Ernesto Balducci?
No, no lo conocí personalmente pero durante años fue un punto de referencia para muchos muchachos. Ernesto tenía una gran necesidad de búsqueda de Dios. Yo llevaba en los años ’90 una cruz franciscana porque yo siempre he buscado la fe. Por tanto, creo que buscar la fe es también un gesto de humildad por parte de quien tiene ganas de creer. Es una ayuda importante y es posible que así lo encuentre.
¿Es el amor más grande que se busca?
Los tiempos han cambiado y creo que el amor más grande es el que se puede encontrar a través de una gran búsqueda dentro de nosotros mismos. En mi opinión, a Dios se le debe encontrar dentro de nosotros mismos y lo podemos llamar como queramos. Creo que es importante encontrar los valores de Dios y hacerlo en el respeto a los seres humanos, en el respeto a los animales, en el respeto hacia la vida.
¿En el respeto hacia sí mismos?
En el respeto hacia sí mismos, sí. Aunque después no lleguemos a entender esta naturaleza que ha creado una vida para destruir otra, como la existencia de una cadena alimentaria.
Un escándalo del mal, del dolor en todas sus formas. Es difícil buscar una respuesta racional, ¿verdad?
No existe una respuesta racional porque es cruel.
¿Pero depende de nosotros?
Depende de muchas cosas. Esta es mi respuesta más sincera, depende sobre todo de la naturaleza. Desde el comienzo.
La naturaleza con mayúsculas, como esa madrastra malvada.
Sí, creo que existe la maldad sobre todo por la elección del recorrido de cada evolución, en la selección natural de Darwin, en todo el recorrido -insisto- del crecimiento. Sí, algo maligno se ha presentado y no hemos sido capaces de defendernos.
Por eso existe ahora esa necesidad de salvación.
No te creo cuando dices que «los ideales no ganan nunca». No te creo cuando dices que «puedes salvarte de ti» y «que no te importa perderte». Son bonitas estas frases, llegan, pero no pienso que lo pienses de verdad. (Fino a tutta la vita che c’è)
Hablamos de los años ’90. Yo creo que se puede cambiar también de ideas, que sólo un estúpido no las cambia. Por tanto se puede cambiar de pensamiento y se puede también tener confianza en muchas otras cosas, como en la vida misma, en la esperanza… Y eso se consigue creciendo, madurando, no se puede quedar uno unido a un modo de pensar que pertenece a un periodo completamente diferente. Es como la música de hoy o la música de ayer: la música de ayer te recuerda ese momento, la música de hoy te recuerda este.
¿Qué música escuchabas cuando tenías 18-20 años?
De todo, en la música he escuchado de todo siempre.
¿Te gustaba algún artista/grupo en particular?
Toda, toda la buena música me gustaba. Desde los grandes cantautores italianos como Battisti, Baglioni, Venditti o Renato Zero a otro tipo de música más electrónica, más a la vanguardia como Eagles, Emerson, Lake & Palmer hasta Pink Floid o Genesis. Grandes canciones, grandes grupos.
¿Cómo definirías la música?
Para mí es la vida, no podría decir otra cosa. Para mí la música tiene un valor absoluto, más allá del argumento, de la letra, de la parte literaria de una canción, la música para mí es importantísima.
¿Te hace estar bien? ¿Te calma? ¿Te ayuda con las preguntas de las que me hablabas antes? ¿Te aleja del mundo?
Me da compañía siempre. Porque yo no sólo la escucho sino que también la escribo. Y escribirla me da un punto más: es similar a la diferencia entre quedarte sólo con mirar a una mujer o amarla. Creo que se trata de una emoción absoluta que vale mucho más.
¿Cuándo has sido feliz totalmente?
Yo creo que la felicidad se encuentra encuadrando y sabiendo ver bien cuál es el objetivo de la felicidad, en el sentido de que cuando la alcanzas debes encontrar otra, porque el hombre es insaciable.
Siempre que te pregunto esto, pregunto si fuiste más feliz cuando alcanzaste el mayor éxito.
No, no era más feliz porque hubiera logrado un mayor éxito. Era feliz porque era inconsciente. Cuando eres inconsciente eres feliz porque no te das cuenta de nada.
Por tanto, ser consciente significa en el fondo hacerse daño.
Insisto, seguramente era más feliz en el periodo en que era inconsciente. Cuando tomas conciencia te das cuenta de los errores que has cometido, comienzas a analizar, comienzas a hacer balance, comienzas a volver hacia atrás y a analizar dónde te equivocaste.
Tú has vivido momentos difíciles, momentos oscuros y fue precisamente tras publicar un álbum que significaba un cambio musical y humano, Uscita di sicurezza. ¿Este fue para ti un momento importante, un momento de cambio que no fue entendido?
No, fue más bien un momento de búsqueda que ni siquiera entendí yo, en el sentido de que los errores al final te condicionan la vida, te la complican, te meten en una situación de callejón sin salida porque te equivocaste en algo. Los errores se cometen -lo reconozco-, he cometido muchísimos.
Pero el público también cambia, ¿no? No se puede ir siempre en busca del público.
No, ir en busca del público es el mayor error. Se debe ir en busca de la propia vida, en busca de las propias sensaciones. Ir en busca del público es absurdo porque al final no existen secretos y este es un trabajo en el que no se pueden utilizar estrategias. Quizás en el área comercial sí, porque son hombres que se ocupan de las ventas, del mercado… pero es una cosa que no me interesa. A mi me interesa expresar mis emociones y crear algo que pueda compartir con los demás, transmitir. Por lo que debo pensar tan solo en eso, en mi mismo, sin estrategias.
Hay un montón de gente que te sigue desde hace mucho tiempo, tienes un club de fans amplio… ¿tienes algún tipo de responsabilidad con esta gente que ama tus letras, que las cantan…?
No quiero tener ninguna responsabilidad porque quien escribe canciones debe sólo escribir canciones, no ser ni un psicólogo, ni un doctor, ni un santo, ni un profeta. Yo siempre me he alejado del rol de profeta. Lo dije en los años ’90, bien pronto lo dejé claro. No soy nadie, lo dije al comienzo. No soy nadie especial y como todos los demás persigo la vida y trato de emocionar contar mis emociones a las otras personas.
¿Existe la mala suerte cuando el público no te sigue ya, cuando suceden malos momentos en la vida o en cambio existe el mal, la injusticia y el pecado de los hombres?
Además del mal, de la injusticia o del pecado existen otras muchas cosas, como la falta de respeto a los demás -sobre todo hacia las mujeres-. Porque no existe nada de malo en no escuchar a un cantante, es más, puede ser justo porque puede significar que ha llegado otro con otras ideas, aún más nuevas.
¿Tú no te sentiste traicionado cuando perdiste ese éxito que tuviste?
No, yo me he sentido a veces atacado de manera equivocada, ya que se puede perfectamente no compartir el pensamiento de un cantante, de un político, de un artista o de cualquier otra persona. Pero, en mi opinión, debe ser ésta una crítica correcta, deportiva. Yo creo en el honor: si yo me enfrento contigo y si decimos que se dispara a la de 3, se dispara a la de 3, no disparo al 2. Soy deportivo en este aspecto. Y amo que se haga lo correcto, por tanto debe existir justicia.
Tú cuando eras joven respondías diciendo: Vaffanculo. Era un grito de rabia.
En aquellos tiempos respondí así y creo que de manera correcta. Si tú me atacas con algo personal te respondo con una ofensa personal. Después se convirtió en un grito generacional.
Si pienso en tu amistad, en tu cercanía, por ejemplo, con Francesco Nuti, pienso que eres de los pocos que con los amigos vas hasta el final.
Sí, además en Toscana somos todos amigos verdaderos…
¿En Toscana por qué?
Ah, no, hablo de los artistas, de mis compañeros, que nos queremos mucho, que hemos crecido juntos. Yo, Pieraccioni (Leonardo), Carlo (Conti), hemos crecido juntos durante los mismos años y además nos separan pocos años. Existe una gran camaradería entre nosotros, nos defendemos y buscamos ser sinceros los unos con los otros. Esto nos ayuda a tener una relación profesional objetiva, que no está condicionada a la amistad.
¿Por qué hicisteis un concierto dedicado a Francesco Nuti?
Porque le queremos mucho, porque consideramos que Francesco está presente y quizás alguien no tenía presente lo que sentimos por él. Hemos notado mucho cariño por parte de los fans de Francesco y gracias a esto hemos conseguido llenar un auditorio de 10.000 localidades en dos días y sin carteles, sin nada, tan solo con nuestra rueda de prensa. Y esto muestra el amor hacia Francesco -más allá de la amistad- de parte de todos sus fans. Él nos emocionó durante años con sus técnicas innovadoras, con su dirección expresiva, increíblemente nueva. Esto para nosotros era algo único y poder conseguir ser nosotros los que le emocionáramos a él significa un gran éxito.
Hablando de amor, dedicaste una canción preciosa al hijo que no has tenido, donde le dices que le habrías «regalado el infinito». Es lo que desearías tú pero, ¿en qué sentido? (L’uomo volante)
En el infinito de un padre. Yo creo que el sentimiento de protección de un padre no lo da nadie y creo que debe ser también el momento más bonito de la vida, cuando eres padre, algo que yo nunca he sido. Quizás es como decíamos antes, la felicidad está en perseguir la felicidad y pensar que la vas a alcanzar. El punto más álgido de la felicidad es justo cuando la vas a alcanzar pero aún no la has conseguido, cuando estás a un paso de alcanzarla. Ser padre creo que es el último paso antes de convertirte definitivamente en hombre.
Tu has escrito: «el amor no cambia al mundo porque tenemos que cambiarnos a nosotros mismos.» Podría ser una frase de galleta de la suerte, ¿qué significado tiene para ti? (Non è vero che l’amore cambia il mondo)
El significado es que es inútil echar la culpa a los demás. En el fondo somos nosotros los que decidimos nuestro destino y el destino de este mundo, de esta sociedad. Por tanto si no logramos encontrar el equilibrio interior en nosotros no lograremos nunca cambiar el mundo.
¿Tú lo has logrado?
En absoluto. De haberlo hecho no habría escrito esta canción.
¿Te consideras un eterno inquieto?
No, no soy en absoluto dependiente de la inquietud…
No, no, me refiero a inquieto en el sentido de movimiento.
Inquietud existencial no, inquietud técnica sí. Yo tengo un ansia técnica en el sentido de que me asusta muchísimo tener que hacer cosas que no dependen únicamente de mí sino que están condicionadas por los demás, esto me asusta un poco.
Es difícil ser una estrella de la música pensando así.
Puede ser, pero soy muy programador con mi vida, me gusta mucho programarla.
Pero no se puede programar…
En el apartado técnico sí, en la emoción no. Creo que lo técnico se puede programar siendo ordenado. Lo creo porque el orden quizás es el fruto de una madurez adquirida, por lo que siendo ordenado en lo técnico y en el apartado logístico se pueden programar muchas cosas. Luego, cuando estás a un paso del objetivo final, la emoción te llega de repente, te borra toda la programación y te presenta ante ti un escenario completamente diferente.
¿Qué es lo que te emociona? ¿Las pequeñas o las grandes cosas? ¿El amor o la sonrisa de un niño?
El amor está lleno de pequeñas y grandes cosas. También en un niño hay grandes cosas porque, en mi opinión, aprendes más con un niño. Es así porque estamos todos destinados a ser un poco niños, porque a medida que envejecemos nos volvemos más niños porque necesitamos más protección, nuestros hijos se vuelven nuestros padres. Por tanto creo que las cosas que me transmiten más emoción son las emociones mismas vividas durante la vida y que nos conmueven porque encontramos nuestra fragilidad en ese instante, en ese momento.
¿Todavía te emocionas cuando estás sobre un escenario?
Muchísimo. Me emociono porque me emociona la capacidad de permanecer frío.
¿Consigues permanecer frío?
De otra manera no conseguiría emocionar a los demás. Esto creo que es importantísimo: permanecer frío sobre un escenario es como permanecer frío cuando estás a punto de tirar un penalty para ganar el partido.
¿En el sentido de estar lúcido?
Lúcido siempre. Se trata también de una cuestión de experiencia, de una cuestión de trabajo, de práctica, pero creo que la mayor emoción es permanecer lúcido al darse cuenta de que robas las emociones de los demás, eso es bellísimo.
¿A quién querrías robar? ¿Hay alguien en particular, una categoría de personas a las que querrías robar?
A quien roba, que es la categoría más difusa en Italia.
¿De qué tienes miedo?
No tengo miedo. Ahora ya no tengo miedo de mí mismo y por eso creo que ya no tengo miedo de nada. Porque cuando no tienes miedo de ti mismo ya has dado un gran paso.
¿Qué es lo que más deseas en este momento?
Ahora deseo continuar deseando, porque quien desea quiere decir que tiene esperanza, quiere decir que tiene futuro, que cree en la vida, que cree en el futuro, cree en tener un papel protagonista y creo que todos nosotros debemos construir este papel porque si perdemos la conciencia de poder ser protagonistas de nuestra vida, perdemos en cierto sentido nuestra vida.
Si debieras elegir una banda sonora, ¿la tuya ahora cuál sería? Imagino que una canción tuya…
En este momento no. Elegiría Futura de Lucio Dalla, que es una canción similar a una ventana. La considero una de las más grandes canciones italianas y a nivel literario quizás una de las más bonitas del mundo y de la historia. Le considero un artista único -no porque ya no esté entre nosotros-. Un artista, en mi opinión, debe buscar la diferencia desde el punto de vista técnico. Como cantaba él no he oído cantar a nadie.
La manera en la que emocionaba, un hombre de gran pensamiento.
Un artista de 360 grados y -repito- que a nivel vocal no he escuchado a nadie en Italia cantar a ese nivel.
«Nacerá como la fe que querría mi rezo». En mi opinión, ya ha nacido, ¿no es así? (La mia preghiera)
Los rezos nacen apenas naces, en el sentido de que se tiende pronto a la búsqueda, se llora y se busca pronto un consuelo. El consuelo es algo muy importante porque cuando no puedes hacer nada, -y parafraseo a Vasco (Rossi)- cuando no puedes hacer nada por alguien, al menos el hecho de consolarle, de darle esperanza y confianza es algo muy importante, es más, es todo. Y el rezo es todo, sobre todo cuando tienes necesidad de encontrar una verdad. Lo importante es no ir en busca del rezo por conveniencia, por utilidad, por egoísmo.
Te deseo lo mejor, buena gira, pero sobre todo lo mejor en la vida.
A vosotros.
Fuente: TV 2000 – #soul