Marco Masini: realidad, simplicidad y crudeza.
Finalmente una cara nueva en el mundo de la canción italiana: un personaje simple, limpio, con talento, que aún no se ha ensuciado con el fango del éxito y el devenir de las casas discográficas. Ya se encuentra a la venta el primer álbum de Marco Masini: veinteañero, florentino, autor y cantante salido de la nada que recientemente ha sido vencedor de la categoría Giovani del Festival de Sanremo con el angustioso grito de Disperato.
Decíamos salido de la nada, para el gran público, naturalmente: porque detrás de esta canción que ha conseguido la atención y el consenso global, hay mucho trabajo oscuro en estudios de grabación. Masini arreglaba, componía y sustituía en el micrófono a los divos que se retrasaban. Y fue así como le redescubrió Giancarlo Bigazzi, durante la grabación de Si può dare di più de Tozzi/Ruggeri/Morandi.
Escuchándole hablar, es difícil imaginar a Masini como instrumento pasivo en las manos de alguien. Su aspecto de chico de la calle (estatura media, pantalones y pinchos) esconde un espíritu arrollador, una rabia fuera de lo común y una proactividad de hacer cosas -eso sí- como las piensa él.
Muchacho que creció junto a su piano, siempre quiso describir la realidad desnuda y cruda que veía a su alrededor. Con simplicidad, sin alardes.
Este primer LP -que tiene por título su nombre- se esfuerza con éxito en respetar la idea anterior, buscando la sinceridad siempre acompañada de ciertos tonos pesimistas. Ejemplos de ello, Vai con lui, donde otro desesperado invita a su pareja a buscar otro chico más conveniente; Le ragazze serie, pequeña metáfora en tono de broma que habla de las relaciones personales o Dentro di te, fuori dal mondo, que describe la apatía y el tedio de la ciudad. Destacables la conmovedora Caro babbo, que narra la relación turbulenta entre el protagonista y su propio padre o la sentimental Ci vorrebbe il mare… que tiene como protagonistas a una pareja y al mar.
Con arreglos clásicos y una voz más rabiosa que la música italiana tradicional, se presenta un Marco Masini ante el público y el mercado. El tiempo dirá si cumple las expectativas.
Fuente: La Stampa – Marinella Venegoni