Marco Masini a TuttoItalia.ch: «Amo a mi país y por eso lo denuncio».
Marco Masini ha concedido una entrevista en exclusiva al portal web www.tuttoitalia.ch en Zürich, donde ha presentado su nuevo disco, L’Italia… e altre storie.
Estamos aquí, amigos de toda Italia, en Zürich, en compañía de Marco Masini, que nos hablará acerca de su nuevo álbum, L’Italia… e altre storie, y también un poco de sí mismo.
De mí… creo que ya hablan un poco las canciones. Éste es un disco que refleja mi momento actual, un momento de madurez, ya que he superado la frontera de los cuarenta años. Creo que, a medida que crecemos, todo va cambiando, también nuestra propia visión de la vida. Consecuentemente, se siente la necesidad de contar ciertas historias, algunas de denuncia, porque en este sentido siempre he seguido un hilo coherente, siempre en el pop sin invadir campos que no me pertenecen. Creo que la música tiene un gran poder comunicativo y de esta forma se puede sensibilizar a personas que se encuentran encerradas en su propio pensamiento, sin mirar más allá de su ombligo. Creo que he realizado un disco que me muestra protagonista de sentimientos que pertenecen un poco a todos y estas diez canciones cuentan todos esos sentimientos que describen, a su manera, mis miedos y mis convicciones.
En el Festival de Sanremo cantaste una Italia «donde todo va mal» pero también una Italia «que espera su historia de amor». ¿Cómo crees que puede influir el amor en la sociedad italiana y en la sociedad global?
Sabes, hablo de Italia para limitar el radio de acción pero en el fondo hablamos de las dos caras de este planeta: la cara egoísta, la cara cínica, la cara que hace la guerra por intereses personales y la cara humanitaria, la cara altruista, voluntaria. Yo creo que en Italia es también así. Se han producido errores a nivel político que han llevado a los jóvenes a una pérdida de confianza en la propia política, a abandonar el trabajo social, a perder valores tradicionales de familia y de la cultura del esfuerzo. Por otra parte, existe otra Italia donde se lucha cada día, donde se combate contra el cinismo o el egoísmo que parece ser una costumbre, tal y como resume aquella frase de la novela de Tomasi di Lampedusa, El gatopardo: «cambiar todo para que nada cambie». Por tanto, estas dos caras reflejan un poco la realidad de Italia pero también las de todo este mundo.
Si tuvieras que trazar un perfil de Italia en comparación con Suiza, ¿cómo sería?
No soy un estadista, no entiendo de política y no puedo establecer una comparación entre ambos países. Es un poco como en el amor: no se puede comparar a una mujer que se quiso en el pasado con una que se ha amado después. No puedo comparar porque se trata de dos cosas diferentes. Yo amo a mi país y por eso lo denuncio; porque lo amo, me gustaría poder ver que se hacen las cosas de manera diferente. No podría vivir jamás en otro país. No podría permitirme hacer una crítica o elogio a Suiza ni podría poner en discusión el orgullo que siento por ser italiano.
Hipérbole y oxímoron, amor y odio, caracterizan al Marco cantante. ¿cómo es Marco, la persona? ¿Es tan espontáneo, tan directo, como lo son sus canciones?
Bueno, yo canto utilizando una terminología bastante cruda, de la calle, usando -entre comillas- las palabrotas, porque me gusta ser yo mismo también cuando me expreso a través de la música. No me gusta diferenciar o dividirme en dos. Creo que, al final, lo más bonito es la sinceridad, ya que no te va a fallar ni en lo bueno ni en lo malo. Luego, si mis canciones son un poco duras o ciertas canciones tienen un cierto tipo de lenguaje más vulgar, más de la calle, más rudo, creo que pertenecen a mi modo de expresar, a mi carácter, pero sustancialmente me considero una persona tranquila. No soy una persona que odie de manera pasional, soy una persona que odia fríamente, que trata de denunciar lo que ve con mucha tranquilidad, con mucha frialdad y también con mucha intensidad porque, al final, mi expresión es mi pensamiento. No lo hago para vender discos. La música tiene un gran poder comunicativo y tiene el deber de dirigirse a todos: jóvenes, viejos, adultos, hombres, mujeres… y, al final, quien esté en sintonía con mis ideas, me escuchará. Quien no, escuchará a otros cantantes.
Uno de tus primeros éxitos tuvo mucha polémica por el título de la canción. ¿Cuánto incidió la prepotencia del título a tu afirmación como cantante? ¿Había tanta rabia dentro de ti?
Existía un abuso de poder en un sector de la sociedad, especialmente en el sector musical. Yo, como cantante, como autor, me siento aún todavía enrabietado con el sector musical porque continúa existiendo ese abuso de poder. Lo denuncié cuando tenía veinte años. Ya sabes que cuando tienes veinte años te enfadas hasta cuando te roban un balón. No fue algo casual. Hoy la denuncia se ha trasladado al ámbito social, incluso diría existencial, porque a veces es necesario denunciarnos a nosotros mismos ya que si perdemos nuestra identidad o nuestra dignidad, quizás la culpa sea más nuestra que de los demás.
Tus creaciones están fuertemente caracterizadas por fuertes contrastes y polos opuestos que se atraen. ¿Qué significa para ti este equilibrio?
Es difícil encontrar el equilibrio, incluso una vez lo alcanzas, es difícil mantenerlo, ya que la propia vida te intenta hacer caer del mismo hilo sobre el que caminas. Hay tantos elementos naturales que te conducen a caer: el viento, la lluvia, el amor, el odio, la edad, la fuerza, la debilidad, la resignación, el espíritu de sacrificio con el que también combates… por tanto, el equilibrio es cuando tú encajas todos estos factores, contraponiendo una fuerza positiva a una fuerza negativa.
¿Cómo has sabido gestionar los prejuicios sobre ti?
No se puede gestionar porque no me pertenecen a mí, pertenecen a los demás. No tengo poder sobre los demás.
¿Pero has llegado a controlarlo?
No, no se puede dominar. Se trata de asumirlo, de intentar que no te afecte y seguir hacia adelante, tratando de responder únicamente a través de mi creatividad. No intento hacer cambiar de opinión a nadie, en ningún ámbito. Bueno, mi socio es de la Juventus y he intentado disuadirle sin éxito muchas veces.
De todos modos, al final has salido ganador y es lo que cuenta.
No lo sé. Lo importante es que tengo ganas de seguir trabajando en esta profesión, al margen de lo que me rodea. Es complicado porque debes superar ciertos obstáculos, algunos muy duros, en mi caso. Es así porque hago un tipo de música que seguramente guste a mucha gente pero que no gustará tampoco a otros muchos. Por tanto, si uno cree en sí mismo, debe continuar hacia adelante. No debe cambiar o adaptarse a la mentalidad global porque, si no, se arriesga a contentar a casi todos pero acaba despersonalizándose. Yo no quiero despersonalizarme: veo la vida de una cierta manera, siento la música de un modo concreto y me gusta comunicar de esta forma, me estimula afrontar dificultades. El día que no me remangue, el día que no ponga punto y aparte, que me llegue a molestar, que me de dolor de espalda y no pueda levantarme… entonces, ese día, dejaré este trabajo.
Un saludo de Marco Masini a todos los jóvenes y amigos de tuttoitalia.ch. Un abrazo y nos vemos pronto.
Gracias a Marco Masini. Nos vemos pronto.
Fuente: TuttoItalia.ch