…il mio cammino: punto y aparte.
No es casualidad el título elegido para este álbum que marca el regreso a la actividad discográfica de Marco Masini. La senda artística del músico y cantautor florentino no ha sido precisamente un camino de rosas: incluso antes de que llegara su primer éxito con Disperato -que le dio la popularidad en el año ’90-, Masini ya cargaba a las espaldas con un largo, fatigoso y oscuro peso: todos ya conocen las vicisitudes que le llevaron a decidir de manera propia el destierro de los escenarios y de un ambiente tóxico, hostil.
Marco Masini retoma -por tanto- su camino desde aquí, desde este disco, desde estas doce nuevas canciones. Nuevas, sí, porque si tres son canciones inéditas y de reciente composición (Generation, Io non ti sposerò y Benvenuta), «nuevas» son también las otras nueve, que -aunque pertenecen al vasto repertorio del intérprete y compositor toscano- se presentan con un espíritu del todo renovado.
…Il mio cammino no es -de hecho- el clásico recopilatorio de éxitos insulso con un par de inéditos para sus fans: se trata de un nuevo punto de partida, del primer paso de una segunda fase que tiene como fin reconquistar al gran público, a aquel que perdió por el -valga la redundancia- camino. Masini busca encontrar a sus más fieles admiradores pero también a todos aquellos que han tenido una percepción falseada de él; Masini quiere mostrarse diferente y cambiado, reflexivo y recompuesto, adulto y maduro.
Precisamente, la canción que abre el disco, –Generation– inicia con el verso «Cinquemila giorni fà», es decir: «hace más de trece años…» Marco Masini era un veinteañero rabioso e inquieto, que en sus canciones gritaba el malestar y la cólera de una generación incapaz de reconocerse en un mundo vacuo y superficial, en donde los falsos valores y la calumnia estaban a la orden del día. Hoy, cerca ya de los cuarenta años, Marco es un hombre que ha experimentado en su propia piel la maldad y la incultura; que ha conocido el éxito así como el fracaso; que ha disfrutado la gloria y sufrido el dolor; que ha aprendido a no rendirse (la resignación no se encuentra en su diccionario) y a metabolizar la desilusión y transformarla en una nueva energía, mejor dominada pero igualmente dispuesta a combatir las incongruencias de este mundo.
Es así, Masini continúa hablando a la generación de sus coetáneos, a aquellos a los que el tiempo les ha hecho menos instintivos y más reflexivos, y lo hace observando, con respeto y comprensión, a las nuevas generaciones -sus hermanos pequeños, en cierto modo- que sienten ese fuego interior de rechazar las convenciones sociales. Así revive en ellos la exaltación, los miedos y la desesperación que marcan su juventud, consciente del hecho de que, quien se asoma a la vida adulta no puede -si tiene sangre caliente en sus venas- no desear que cambie el mundo; al mismo tiempo, de manera pausada y con cierto regusto amargo, se muestra convencido de que la rebeldía es una bendita enfermedad, la cual el paso de la edad atenúa los síntomas pero de la uno no se debe nunca curar.
El Masini de hoy cuenta con firme convicción el propio deseo de rechazar el conformismo sentimental en nombre del amor (Io non ti sposerò), acoge en el mundo a una nueva criatura con palabras de tierna premura y de evidente preocupación (Benvenuta), y disfruta jugando con un puñado de canciones en las cuales aún se reconoce, versionándolas con tonos más sobrios y menos exacerbados, con la entonación propia de la madurez pero sin restar ni un ápice a las propias convicciones de aquel momento. Este disco, tal como decíamos antes, supone el primer grano de arena en el nuevo recorrido artístico y musical de una voz y un alma, de la cual -casi sin darnos cuenta- sentíamos la ausencia.
Fuente: Mbo Music – Franco Zanetti