Vaffanculo.
Vaffanculo.
(Masini – Bigazzi – Dati – Badía)
Si me miro en el espejo
con el tiempo que ha pasado
sílo soy algo más viejo,
menos pobre, más cansado.
Estas son las confesiones
de un cantante conocido,
con muy pocas ocasiones
de tratar de ser yo mismo.
Me alejé de los estudios
a vivir mis ilusiones,
sin pensar que era el disgusto
y la cruz de mis mayores.
Yo era uno de esos hijos
soñadores indolentes,
que desoyen los consejos y
responden entre dientes…
¡¡Vaffanculo, Vaffanculo!!
Mas la música es perversa,
es un nido de serpientes,
pocos llegan a la meta,
muchos son los que se pierden.
Luego están esos que saben
del negocio de canciones,
los que dicen, «Tu no vales,
tu no tienes condiciones».
Masini… ¡¡Vaffanculo!!
¡¡Vaffanculo!!
No te importe saber si he sufrido,
si la vida no da más de si.
Sin la música estoy tan jodido
que no sale el amor que hay en mi.
Nadie sabe los que es cierto
en un mundo de mentiras,
si lo veo todo negro
no hay canción que lo resista.
Somos todos conformistas
travestidos de rebeldes,
somos lobos de entrevistas
contra pobres inocentes.
Que te cuentan sus amores
en sus cartas imprudentes,
porque sueñan en colores,
porque creen en los cantantes.
Pero un día se despiertan,
y al mirar una revista
con tu foto en la portada,
piensan -este es un cuentista-.
Mira…
¡¡Vaffanculo!! ¡¡Vaffanculo!!
Yo dimito de falso falso poeta,
de profeta de mi club de fans,
yo no soy ni salida ni meta,
cada uno la suya tendrá.
Ya ni escucho el rumor de sus gritos,
trataré de librarles de mi,
de este loco que canta en sus discos
el deseo de amor que hay en mi.
Pero basta… estoy harto,
no soy justo… ¡¡Vaffanculo!!
Esta tarde he descubierto
al mirarme en el espejo
que soy mucho más sincero
que la mascara que llevo.
Y al final desesperado,
cara a cara me repito:
mi enemigo disfrazado,
¿dónde has estado escondido?
¡¡Vaffanculo!! ¡¡Vaffanculo!!