Cenicienta desconsolada.
Cenicienta desconsolada.
(Masini – Bigazzi – Dati – Badía)
Ya comprendo que es algo serio,
pero ahora no puedo hablarte,
mira, déjate de misterios,
esta noche iré a buscarte.
Desde cuando no me llamabas,
sabes bien que somos amigos,
no es verdad que no me importaras,
me pensé que te habías ido.
No te puedo escuchar apenas,
tengo que poner mil oídos,
dices al final de la cena
que tú estás esperando un hijo.
Él te ha dicho: «Lo siento mucho»,
y después te ha dejado sola,
no le puedes probar que es suyo,
y no sabes qué hacer ahora.
Era hermoso sentirse amada,
y dejar transcurrir las horas,
cenicienta desconsolada.
A tu padre como decirle,
el orgullo de su casa,
sabes bien cómo vas a herirle,
ha sufrido mucho en su vida.
Con tu madre te da vergüenza
de decirle que te gustaba
el amor que, con tanta fuerza,
él buscaba y tú le entregabas.
Y qué quieres que yo te diga,
un consejo de buen amigo,
piensa bien si estás decidida,
si de veras quieres un hijo.
De un amor de una sola noche,
de un amor que no se enamora,
de un amor que solo es reproches,
de un amor que te falta ahora.
Tú estabas enamorada,
junto a él viste mil auroras,
cenicienta desconsolada.
Y salimos del restaurante,
te sentías tan engañada,
y la luna como un gigante
nos siguió hasta la madrugada.
Y en la puerta del sanatorio
son terribles estas decisiones,
entre el cielo y el purgatorio,
tú decides cual te conviene.
Y regresas sobre tus pasos,
yo en el fondo lo presentía,
nace el alba, ven a mis brazos,
sonriamos al nuevo día.
Con el sol yo te llevo a casa
y te ofrezco mi compañía,
sé feliz porque todo pasa,
porque ahora estás más tranquila.
Porque has vuelto a sentirte amada,
tienen tus ojos mas alegría,
cenicienta desconsolada.