Mina se rinde al talento de Marco Masini.
Marco Masini, 25 años, florentino, estudiante de contabilidad, pianista desde siempre y realizador de arreglos musicales desde hace algún tiempo, es lo que el Festival de Sanremo espera siempre pero no llega a producir casi nunca: la revelación, la explosión del desconocido, la gran promesa de los años ’90. Ganador en la categoría «Novità» con Disperato, canción que ya todos cantan y dentro de la cuál no es difícil vislumbrar referencias...