Nosotros dos.
Nosotros dos.
(Jesús Ruiz)
Nosotros dos,
cartas perdidas sin nombre.
Nosotros dos, nosotros dos,
unidos por confetis y cadenas.
Nosotros dos, nosotros dos… nosotros dos.
Lanzadores de cuchillos y palabras,
así, expertos en no acertar nunca.
Girando alrededor de lo que sabemos ya,
si fuera tú no me movería.
Cuánto valor se necesita para quedarse…
para volver nosotros dos.
Cuánto valor se necesita para marcharse…
Y tendremos otras manos, otros ojos,
que nos perdonarán por habernos amado.
No pidas disculpas por cómo acabó
pero hazlo porque un día te enamoraras de mí,
porque fuimos nosotros dos…
y ahora somos nosotros.
Nosotros dos,
como huellas perdidas en la arena.
Nosotros dos, nosotros dos,
mojados por las olas y la rabia.
E imaginamos miles de poesías
sin escribirlas o aprenderlas jamás,
lo cierto es que escribimos otras mil después
aunque ahora tú ni las recordarás,
pero aquella alegría no la llegamos a amar –protegida-
nosotros dos,
demasiado seguros, algo distraídos
y ella no espera.
Y tendremos otras manos, otros ojos,
que nos perdonarán por habernos amado.
Montados en un barco que dejó en tierra
dos ingenuos viajeros que no saben compartir
y que se desvanecen como nosotros dos,
y el nivel del mar aumenta ya,
nosotros dos,
y no se puede regresar,
soy yo el que ahora volvería… si quisieras volver atrás tú.
Si enamorarse sólo fue una imprudencia,
volveremos a encerrarnos dentro de una pequeña habitación,
arreglando todas las mentiras.
Y después nos parecerá
que esperamos algo que no sabes qué es,
algo que teníamos ya
nosotros dos.