Marco Masini a Italia allo specchio: «La desigualdad es la principal razón de desesperación de la sociedad actual».
Marco Masini acudió al programa Italia allo specchio del canal Rai Due, presentado por Francesca Senette, donde tuvo la oportunidad de cantar varias canciones al piano y promocionar su nuevo álbum, L’Italia… e altre storie.
Bueno, es hora de hablar de música: estoy muy contenta porque hoy tenemos con nosotros, en Italia allo specchio, a un gran cantautor. Un hombre que nos ha hecho emocionarnos, enamorarnos, sonreír y llorar. Un hombre que tiene una apariencia fuerte pero que en su música deja entrever su sensibilidad y fragilidad y que en cierto momento de su vida llego a sentirse desesperado o, al menos, así lo cantaba… es Marco Masini.
(Acto seguido, Masini comienza a tocar al piano Disperato).
Gracias Marco. Bienvenido. Era 1990, con Disperato te adjudicabas la victoria en aquel Festival de Sanremo, en la categoría Nuove Proposte.
Éramos jóvenes.
Sí, todos. Sí pero Disperato era un modo de hablar.
Era un modo de ser. Aquella generación no tenía puntos de referencia ni, seguramente, las que vinieron después. Los años ’90 fueron un momento, en mi opinión, análogo al momento que estamos viviendo ahora, con una incertidumbre total de certezas, de convicciones, de ideales. Creo que el momento actual es bastante similar al de entonces.
Decías que «éramos jóvenes» pero yo querría comenzar desde el comienzo de todo: cuando tenías tres años y, según tu biografía, comenzaste a tocar de forma autodidacta en un piano de juguete. ¿Es cierta esta historia?
Sí. Siempre se empieza un poco de broma, un poco jugando. Sobre todo cuando tienes tres años. A esa edad la vida es como es un juego. Luego crecemos y las cosas que se te quedan dentro se vuelven una prioridad y tu principal razón para vivir.
Cuando Masini crece, la música se vuelve su pasión, su gran amor, hasta el punto de dejar los estudios.
Mi amor por la música siempre existió desde pequeño pero, a partir de cierto momento, nace la necesidad de comunicar. La música al principio es un juego y un modo de mostrarse a sí mismo y sentirse protagonista. Más tarde se vuelve una manera de comunicar. Componer canciones significa para mí una de las razones más importantes para estar con los demás y compartir con los demás ciertas emociones.
Ese deseo de comunicar que se da cuando se es joven, adolescente, y más en tu caso que decides transmitir a través de la música, dejando de lado los estudios, ¿creó algún tipo de tensión familiar, en la relación con tu padre?
Creo que es algo normal porque cuando se es joven se tienen muchos sueños y, normalmente, estos sueños no son compartidos por la familia. Un sueño mientras es un sueño es bonito pero cuando se vuelve un objetivo, y por este objetivo se dejan los estudios, se deja el trabajo, se deja también la familia… porque yo dejé a mi familia sola en un momento particular, con la enfermedad de mi madre. Entonces es normal que tratar de ser un profesional de la música, un músico, para mi padre no fue la culminación de las esperanzas depositadas en su hijo.
Hablabas de la enfermedad de tu madre. Cuando volvías de hacer el servicio militar perdiste a tu madre.
El día de permiso, sí.
Imagino que ella es uno de los motivos de esa gran sensibilidad que muestras en tus canciones. Todo ese dolor que metabolizaste con la música.
El dolor no es tanto por un motivo personal. Yo escribo cosas que representan un poco la situación actual. No me limito a contar mi momento personal, creo que es un error hacerlo, me parece un acto egoísta. Yo hablo de mucha gente. Me siento portavoz de muchos jóvenes que tienen el deseo de gritar su propia rabia, sus propias emociones. Últimamente se han arrojado datos relativos a este país y por eso he escrito una canción llamada L’Italia. Los trescientos setenta mil desempleados creo que forman parte de los desesperados de hoy. Desesperados que han perdido poder adquisitivo, ignorados por el Estado y por la oposición de un gobierno que está más preocupada en sus propios intereses que por quien lo necesita de verdad. Aquellos años ’90 se asemejan a estos años dos mil, dos mil diez, precisamente porque se ha aumentado la distancia entre la riqueza y la pobreza, por eso creo esta es la principal razón de la desesperación de hoy en día.
Has presentado L’Italia en el Festival de Sanremo, el próximo 17 de abril comenzará en Roma la gira, donde presentarás en concierto tu nuevo trabajo, L’Italia… e altre storie. Quería preguntarte: ¿qué opinión tienes de la gente que se asemeja en tu manera de decir de las cosas, con el uso de las palabrotas en tus canciones…?
Pero, al final, todos usamos las palabrotas.
Sí pero reconoce que cuando las usa un cantante como tú, que tiene muchos fans, y las canta encima de un escenario que tiene la etiqueta de «sagrado»…
No creo que esté considerado como sagrado, porque ellos son los que me han dado la oportunidad de decir la palabrota. La palabrota no es sólo una palabra sino que aglutina todo un concepto. Si yo me siento cercano a ciertos problemas o a ciertas cosas, yo las quiero expresar a mi modo personal. No podría hacerlo de otra manera, limitaría mi radio de acción a aquellos que entienden un cierto tipo de lenguaje. En mi opinión, la música tiene la obligación de entrar en todas las casas y seguramente es justo que sea así. En la última gala llamé a Francesco Benigno para acompañarme en mi actuación, precisamente porque él comparte el mismo tipo de lenguaje, siendo un hombre de la calle, una persona normal. Es eso lo que quería representar, lo hicimos ensayando cinco minutos antes. Es lo que quiero hacer y me gustaría seguir haciéndolo: ser igual para todos, no me siento artista, no tengo ganas de mostrarme sino que tengo ganas de contar cosas, de dar voz a todos, tan solo eso.
Hemos estado hablando con varias personas florentinas, donde dicen que es uno de los sitios donde mejor se habla italiano, y les hemos preguntado qué piensan acerca de que tú utilices -si me permites la expresión- palabras vulgares para hacerte entender y esto han respondido.
(El programa muestra un video donde distintas personas valoran y critican el uso de las palabrotas en las canciones de Marco Masini).
Cuando hablo en televisión no puedo decir ninguna palabrota en directo y todo el mundo puede decir «bella stronza», ahora lo digo yo. Es un desahogo, una liberación. ¿Tus canciones serían menos incisivas si las expresases de otra manera?
No lo sé. Yo tengo mi propia manera de expresarme y creo que es la más sencilla. Creo que debería prestarse menos atención en la palabrota y más en el concepto que refleja esa palabrota. Honestamente, creo que ciertas cosas son vergonzosas, especialmente algunas que suceden en este país, como, por ejemplo, cuando vemos en el Parlamento a diputados insultándose. Creo que es más pueril eso que el hecho de reflejar un concepto, una idea, a través de una canción. Y además es que creo que no podría existir otra palabra que reflejase mejor esa idea que esa palabrota. Por tanto, si yo quiero reflejar esa idea debo usar por fuerza la palabrota, que la refleja al máximo.
Pero, como tú sabes, como artista, como cantautor, la importancia de lo que dices va más allá de la canción. Me viene a la mente por ejemplo el caso de la canción de Povia del Festival de Sanremo. Sin embargo, hay supuestos en la vida en los que la propia vida depende de la música. Sé, por ejemplo, que tú has ayudado a una chica en coma. La madre te llamó porque quería que escuchara tu voz, tus canciones. ¿Qué se siente cuando tienes una papeleta así?
Ha sido una unión de fuerzas. Una chica veía en mí a su cantante favorito y, antes de estar en coma, cantaba mis canciones. Hemos unido fuerzas y hemos intentado dar un sentido más allá de la música y el arte. Hemos realizado un acto de humanidad, que todos debemos hacer, especialmente los que somos personajes públicos. Hemos logrado algo, no sé si salvarla o no, pero poco a poco se está despertando y ha experimentado mejoría. Estamos contentos pero es nuestro deber y basta. Más allá de ser cantante, actor o mecánico, creo que cada pequeño gesto que sirva para ayudar debemos hacerlo, debemos tener empatía, ponernos en la posición de los demás. En la vida es normal que cada uno tenga su propia dosis de egoísmo, yo la tengo, quiero lo mejor para mí y para todos los demás. Pero el hecho de quererme tanto a mí mismo me ayuda a querer a los demás, porque quien no se ama a sí mismo no es capaz de amar a los demás.
Me gustaría que cantaras T’innamorerai, por todos aquellos que se han conmovido y emocionado con tus canciones.
Si funciona el piano, sí.
(Acto seguido, Masini comienza a tocar al piano T’innamorerai).
Gracias, Marco. Quiero ver junto a ti una entrevista que hicimos a un amigo tuyo. Hemos pensado que sería interesante hacerte ver qué piensa Pupo de ti.
(El programa muestra un video donde Pupo habla de la vez que un joven Marco le mostró sus primeras canciones. Pupo, mirándole a los ojos, le recomendó abandonar ese camino. En el video, Pupo reconoce su error, comentando que se alegró de haberse equivocado. Pupo aprovecha para recordarle que el próximo 18 de mayo tienen un encuentro para la Partita del Cuore de la Nazionale Cantanti).
Nosotros no le dejamos irse sin antes escuchar su último gran éxito, L’Italia. El próximo 17 de abril da el pistoletazo de salida su gira. Gracias, Marco.
Gracias a vosotros.
Fuente: Rai Due – Italia allo specchio.