Marco Masini a TV Sorrisi e Canzoni: «Mi público ha madurado».
Siempre ha sido un poco manager. Marco sabe gestionarse a sí mismo y a los demás. Se ve que viene de la escuela de Bigazzi, gran autor y productor. Hoy, en la frontera de los treinta años, se siente más seguro que nunca de lo que hace. Lo que muestra en sus canciones es sincero, experiencias vividas, pero nada se deja a la casualidad, ni siquiera su primera gira teatral.
¿Por qué una gira teatral?
Lo hablamos ya antes del verano. Quería darle al espectáculo un punto de vista diferente. Vaffanculo ha sido un vendaval. La canción ha superado completamente las expectativas pero, ¿sabes sobre todo con quién ha tenido éxito? Con un público más adulto. Se trata de un grito liberador, un desahogo del que los más jóvenes no tienen necesidad porque ellos ya lo tienen más que visto. Mi público -en cambio- ha crecido; la prueba está en las ventas. Se ha vendido especialmente el formato compact disc y los compact disc los compran sobre todo los adultos. Por eso, he entendido que debía cantar en un ambiente teatral. Los treintañeros no quieren oír hablar de estadios de fútbol ni de grandes eventos multitudinarios: demasiado follón, demasiada confusión. Prefieren salas más tranquilas.
¿Por qué has querido comenzar el tour por el teatro Ponchielli de Cremona? ¿Tradición o superstición?
Por dos motivos. El primero, porque no había cantado antes en Cremona y me apetecía la idea de presentarme ante un público que no hubiera asistido previamente a concierto mío. El segundo motivo es que el teatro Ponchielli es un teatro en el verdadero sentido de la palabra, con las tradiciones y costumbres del pasado. Los espectadores de los palcos tienen ciertas características, por ejemplo. En general, es un modo diferente de promover un espectáculo.
¿Y es realmente la primera vez que toca en un teatro?
Sí, aunque cuando era adolescente y estudiaba piano hice alguna que otra actuación. Después vinieron los años tocando el piano en bares pero nada que ver con los teatros.
Pero aquí también tocarás en solitario el piano…
Así es. Además el piano es precioso: blanco, de cola, con el fondo de tela transparente roja y negra y, a través de la cual, es posible ver a los músicos. Habrá también un foco incidiendo directamente sobre mí.
¿Qué canciones, en tu opinión, están más adaptadas para tocarlas al piano?
Posiblemente La libertà y Anna viviamo. También Malinconoia o Disperato y, especialmente, Un piccolò Chopin. El teatro permite mostrar matices, añadir valor a cada canción.
¿Quién te acompañará?
Un grupo con bastante experiencia: Beppe Cazzago, batería; Cesare Chiodo, bajo; «Il Compress», guitarra; Paolo Amulfi, guitarra; Marcello De Toffoli, teclados.
¿Te has pasado, también, al acústico?
No exactamente. Para ofrecer al público una buena versión acústica de las canciones es necesario tener un poco más de historia a las espaldas. Si no, acostumbrado a la versión original, correría el riesgo de terminar no reconociéndola después. En cambio, sí que muestro temas en eléctrico, canciones rock como Fuori di qui y Paura d’amare.
¿Qué resumen harías de la gira veraniega? ¿Ha cambiado tu público?
Lo he encontrado más maduro, quizás porque yo también he madurado. Mucha gente que me miraba con recelo o no podían soportarme, han cambiado su opinión de mí.
¿Tendrá una gran duración en el tiempo esta gira teatral?
Están programadas una veintena de conciertos. En principio, debería finalizar entre el 18 y el 20 de noviembre. Una vez termine, marcharé al extranjero, donde ya me conocen, especialmente en España. De hecho, la versión española de T’innamorerai ha conseguido el Disco de Oro.
En la canción Cantano i ragazzi pareces renunciar a identificarte con las nuevas generaciones: ¿es realmente así?
Los jóvenes se renuevan inevitablemente. Es algo constante. Los ídolos rápidamente se vuelven antiguos. Pero no me preocupa.
¿Cual es tu opinión acerca de la libertad, ya que le has dedicado una canción?
Giorgio Gaber decía: «La libertad es la participación». Yo digo que la libertad significa ser muy activos, estar presente, ser sincero consigo mismo y con los demás. Libertad es también la paz de los sentidos, al menos en el plano sentimental. De hecho, actualmente no tengo pareja. Vivo solo desde hace un par de meses en mi nueva casa de Settignano, desde donde veo toda Florencia, siendo libre de mí mismo y de mis propias pasiones. Estoy convencido de haber alcanzado, en los últimos tiempos, diferentes formas de libertad.
Fuente: TV Sorrisi e Canzoni – Gherardo Gentili