Marco Masini a Non è la Rai: «Bella stronza tiene un punto romántico».
Con motivo de la presentación de Il cielo della Vergine, Marco Masini ha acudido como invitado al programa Non è la Rai del canal Italia 1, presentado por Ambra Angiolini, donde ha charlado en un ambiente distendido de su momento actual y ha cantado Cuccioli.
Ha llegado el momento. No adelantemos acontecimientos, chicas. Silencio. Debemos anunciar a nuestros pequeños espectadores, o más bien grandes espectadores, que cada día tendremos un invitado aquí en Non è la Rai… Invitados que os van a encantar, no serán invitados de segunda división, no… sino invitados de primera división. Y comenzamos con un invitado que no es de primera división sino de tercera (bromea), no, hoy comenzamos a lo grande, no penséis que todos los invitados van a tener el nivel del invitado de hoy, ojalá. Es un cantante con las iniciales M.M., es un cantante que… mejor le hacemos entrar, ¿no? ¡Marco Masini!
Marco Masini, ven, vayamos al centro. Bueno, antes de nada, una cosa: estoy muy triste porque no has venido en smoking…
Sí, lo sé. Lo que pasa es que me han regalado esta chaqueta…
Bueno, es bonita, te da imagen de abuelo.
Sí, como un niño grande.
No, lo digo porque como tú siempre vistes con un estilo casual…
Sí, pero para esta ocasión he visto que tú te has vestido así como de persona mayor…
Como la (Irene) Pivetti. La Pivetti cuando era joven vestía así.
Sí, como yo, que tengo diecinueve años y medio…
Aunque tú te quitas años, Masini… lo sabemos… es un vicio de nuestros artistas.
Sí, digo que tengo cuarenta y en cambio tengo cincuenta y uno. Puede ser, sí, es verdad.
Bueno, debes saber que al primer concierto que fui en mi vida fue precisamente al de Marco Masini. El primero, por desgracia, fue ese.
Nos volveremos a ver entonces en Mayo.
Tú sabes que el primer concierto no se olvida nunca.
¿Tienes aún la camiseta?
Tengo aún la camiseta, sí. ¿Tú tendrás la mía, no?
No…
Entonces te la tengo que regalar, porque ya sabes, hay que intercambiar las camisetas… ¡qué lástima que no podamos intercambiar un mechón de pelo porque veo que tú…!
No, efectivamente…
Me hace muy feliz tenerte aquí, eres el primer invitado de una larga serie… ¡qué invitado! ¡y qué disco!
Gracias.
A mí me ha gustado mucho esa canción que se titula Bella…
Bella…
Bella… y basta. También me ha gustado mucho Frankenstein, me ha gustado muchísimo.
Pero se necesita orquesta para tocarla.
También en esa hay una…
Hay una palabrota, sí…
Pero en el fondo, las palabrotas, ya sea en mayor o menor medida, las decimos todos. Pero no las decimos en antena… aunque entre nosotros las decimos.
Cierto. Pero mira, como me han dicho que soy el «cantautor de las palabrotas», he venido aquí precisamente a demostrar que he escrito una canción sin palabrotas.
Es verdad, es verdad. La canción se llama Cuccioli. Es muy bonita. Es una canción que… podría escucharla hasta la Pivetti.
Hasta ella, todos.
Ella que es tan correcta, usando siempre muy bien las palabras… posiblemente nos esté viendo.
Puede ser.
La otra canción que has compuesto en tu disco creo que no le gustaría tanto…
¿Cual? ¿Il cielo della Vergine?
No, no… La otra…
Sí, pero que no se preocupe porque tarde o temprano la escuchará…
Sin embargo, estoy segura de que le gustaría…
Puede ser. La cantaremos en otra ocasión.
Sí, porque es una canción bonita.
Sí, es una canción bonita. Tiene un punto romántico y ella es una persona romántica.
Sí. Y en este disco, Il cielo della Vergine, hay una canción que te gusta mucho y se llama Cuccioli. ¿Estás preparado?
Preparado.
Te dejo solo.
Fuente: Italia 1 – Non è la Rai