Masini a La Repubblica: «He logrado el equilibrio interior que desde siempre busqué».
Lo dejamos con el pelo y la barba teñido de rubio platino, con la palabrota fácil y con los ojos rabiosos. Lo reencontramos sonriente, siempre inquieto y descompuesto de la agitación que le hace fumar un cigarrillo detrás de otro, pero con vestimentas normales y sin el maquillaje discotequero del sábado noche. Marco Masini, ¿qué te pasó? Mira, yo soy un tipo radical, alguien a quien no le gusta hacer las cosas...