L’Italia… e altre storie: viejo tránsito ya recorrido.
De «este loco que canta en sus discos el deseo de amor que hay…», en este nuevo álbum de Marco Masini hay bien poco. En Vaffanculo (año 1993, T’innamorerai) el cantautor toscano cargaba contra todo y contra todos porque tomaba el rol de agitador que parecía no llevarle a ningún sitio. Lo cierto es que -por otra parte- en aquellos tiempos de su tercer disco, Masini ya estaba haciendo camino. Y hacía camino hacia el firmamento de la canción italiana con canciones melancólicas y poco alegres pero que -por alguna razón- conseguían llenar plazas, conciertos y teatros de toda Italia.
En L’Italia… e altre storie encontramos a un Masini que -tras los dos discos precedentes- busca caminar y pisar por el mismo tránsito que recorrió a principios de los años ’90. Lo intenta pero no se puede afirmar que salga muy bien parado porque, aunque bien es cierto que sabe desmenuzar y reencontrar su viejo estilo, desde su descubrimiento han pasado casi veinte años: ha cambiado el modo de hablar, de opinar y de escribir canciones. Ha cambiado todo.
Todo menos su poso pesimista, que permanece. Quitando Com’è bella la vita, Fortuna y Gli anni che non hai -escrita junto a Giorgio Falletti-, de escucha fácil con melodías acertadas y radiofónicas, quedan No professore, donde Marco critica la enseñanza y el trabajo precario gritando contra (¡he aquí el viejo Masini!) un profesor que no entiende y que no escucha, y Beato te, diálogo con un adolescente para el que le deja sin esperanzas para el futuro «Dichoso tú, que tienes quince años y amas la naturaleza, y que no sabes muy bien lo que significa vivir».
Pesimista sí, pero aún con un poco de indignación e ironía para permitirse temas como Un pò, una pequeña receta con los ingredientes justos para sobrevivir y, continuando en el género del medio rap-hablado ya probado con el sencillo L’Italia-, L’ultimo giro di giostra, que trata acerca de una historia de amor terminada de manera dolorosa, lo cual se aprecia de manera directa, sin dejar ver entre líneas: «Las historias de amor como la nuestra terminan cuando se para el tiovivo».
Para aquel que descubrió a Masini en sus inicios, aquel que se pasaba horas y horas entristeciéndose con Caro babbo y Vai con lui o cantaba a viva voz Le ragazze serie y Ti vorrei, este álbum puede que le resulte un poco insípido; para quien -por el contrario- desea acercarse a Masini con este disco o para quien lo sigue desde su victoria en Sanremo en 2004, L’Italia… e altre storie cumplirá las expectativas.
Por tanto -siempre citando Vaffanculo– no haremos como «esos que saben del negocio de canciones» y no diremos que Masini «tiene cara de perdedor»; sin embargo, con todo el cariño y amabilidad por los viejos tiempos, es necesario decir que en este disco podría haber dado un poco más.