Gira Il cielo della Vergine: Marco Masini entre sus fans más acérrimos.
Finalmente -y tras dos aplazamientos por falta de público- el cantautor florentino cantó el pasado martes en el Palastampa, en un concierto que dedicó al malogrado jugador de la Juventus, Andrea Fortunato.
Masini presentó al público turinés el último concierto de su gira Il cielo della Vergine, que dio comienzo a mitad de Mayo en Bérgamo. El evento registró una entrada de poco más de 1.500 espectadores: un público heterogéneo, formado en su mayoría por jóvenes -que posiblemente no llegaran a la mayoría de edad- entre los que predominaba el sexo femenino, por mujeres de mediana edad con sus respectivos maridos e hijos, incluso niños que no tenían problema de espacio para brincar y correr por el recinto.
Fueron aproximadamente dos horas y cuarto de música sin interrupción, donde Masini mostró gran parte de su repertorio (compuesto por cuatro álbums, de los cuales el segundo, Malinconoia, consiguió vender un millón de discos, mientras que el reciente Il cielo della Vergine no ha conseguido alcanzar las 400.000 copias vendidas). Fueron muy aplaudidas -como era previsible- Disperato, canción con la que Masini ganó en el año ’90 la categoría Giovani del festival de Sanremo y con la que alcanzó una gran popularidad, hoy en descenso; Perchè lo fai, con la que alcanzó el tercer puesto en Sanremo al año siguiente; Il cielo della Vergine, la title track de su nuevo álbum, masacrado por la crítica; las polémicas Bella stronza y Vaffanculo; la lenta Ci vorrebbe il mare y la bonita T’innamorerai.
El cantautor de las palabrotas modificó su vestuario casual de manera frecuente, siendo destacable el momento en que se vistió de payaso para presentar Principessa. Masini quiso subrayar en aquel momento las veces en que «estamos obligados a actuar como los payasos mientras que por dentro estamos tristes».
A su lado actuaron la mediocre banda O.R.O. (Onde Radio Ovest) y tres bailarinas que destacaban más por la ausencia de ropa que por su destreza encima del escenario. El cantautor toscano emplazó al final del concierto a decir a su público que «mañana dijeran a sus amigos que en los conciertos de Masini no se viene sólo a insultar sino también a esperar y disfrutar». A su vez, Masini se despidió del respetable con un mensaje desconcertante: «Nos vemos dentro de tres años».
Fuente: La Stampa – Danielle Cavalla