No es verdad que el amor cambia el mundo.
No es verdad que el amor cambia el mundo.
(Jesús Ruiz)
¿Alguna vez probaste a desconectarte de todas las redes,
con la única conexión de tus ojos y de la piel?
¿Con tu instinto como navegador
y un sonido profundo dentro del pecho que te recuerde quién eres?
¿Alguna vez probaste a calcular todo el tiempo que perdiste
simulando los deseos que jamás probaste?
¿Y te imaginas el volumen insoportable
de la suma de los gritos que no desfogaste jamás?
Yo, que no puedo decirte que es mi culpa,
y me escondo dentro de un «qué se le va a hacer».
No es verdad que el amor cambia el mundo,
ese amor que no te ha cambiado ni siquiera a ti,
unido a un ancla que te inmoviliza en el fondo
y a un sueño que te empuja hacia lo alto,
¿no te das cuenta de que te estás quebrando?
¿Alguna vez pensaste que si tu vida no te reconoce
quizás sea sólo porque no te ha visto aún?
¿Y que hace agradables destinos y coincidencias
mientras no quieres confesar un miedo incómodo?
Pero enamorarse de aquel que se fue
es un engaño para mantener la última mentira.
No es verdad que el amor cambia el mundo,
ese amor que no me ha cambiado ni siquiera a mí,
unido a una correa que me tensa hacia aquí
y a la idea de un viaje a mar abierto,
¿cuánto tiempo falta para que me arrepienta?
Paseamos soledades
que se acercan pero que nunca se tocan.
Qué modo tan estúpido de rendirse,
malgastando la vida, anulándose,
esperando que el amor cambie el mundo.
Pero estas ganas que tengo de vivirte
en la profundidad están abriendo un pasillo.
Ahora soy yo el que está cambiando
y alrededor cambia el mundo.