Marco Masini a La Repubblica Firenze: «No me gusta que los fans elijan las canciones de los conciertos».

El cantante de la vida difícil, de la desesperación. El cantante de ese amor que a veces no es lo que parece. El eterno cabreado, dispuesto a mandar a la mierda a cualquiera. Hay un poco de todo esto en Cronologia, la antología de Marco Masini, y en el concierto que tendrá lugar el 20 de noviembre en el Obihall en su ciudad natal, Firenze: «Se trata de un repaso de lo que he hecho hasta hoy, con la idea clara de que todo se puede y se debe mejorar. Es esta voluntad la que me permite seguir realizando grandes giras por Italia, siempre con alguna novedad. En esta ocasión cantaré, por poner un ejemplo, Sarà per te de Francesco Nuti, con la esperanza de que tarde o temprano se pueda ver en los carteles del cine una nueva película firmada por él, porque Francesco se lo merece».
Echando la vista atrás, ¿cuál considera su mejor momento? ¿El Masini de los comienzos, el Masini rabioso o el Masini actual?
No hay un Masini por el que tenga especial predilección porque siempre he sido yo mismo y, al mismo tiempo, he sido el fruto de la sociedad que me rodeaba y sus circunstancias. Se pienso en el pasado, veo una afluencia de momentos históricos que han cambiado de manera vertiginosa a Italia, a mi generación, a mi música y a mí. También ha influido la política: de hecho, yo soy hijo de este país y de sus contradicciones.
¿Qué piensa de los concursos de talentos alguien como tú que alcanzó el éxito en el Festival de Sanremo?
Pienso que antes se adquiría primero la experiencia y después te llegaba la gran oportunidad para triunfar. Ahora es exactamente al contrario: comienzas con una oportunidad increíble, no importa que no tengas experiencia. Aún así, María De Filippi ha realizado una labor estupenda, logrando cambiar los rasgos de un mercado musical débil.
¿No ha pensado estar a la sombra y ser productor?
Puede, nunca digas nunca. Por encima de todo me gusta escribir canciones y si existe la posibilidad de que algún otro las interprete y mejor que yo, ¿por qué no? Compongo mucho, también es parte de mi trabajo estudiar la relación de la música de hoy, la que gusta a los jóvenes. El momento más gratificante es cuando terminas de componer una canción. Es un orgasmo aunque igual luego nadie terminará escuchando esa canción.
El público que le sigue es muy variado.
Me doy cuenta en las redes sociales. Entre mis fans se encuentran los hijos de viejos fans, que han crecido a base de pan y Marco Masini. Las redes sociales en este sentido son muy útiles ya que los fans te juzgan de manera muy severa y puedes extraer de ellos ideas basadas en sus vidas. Lo único que no me gusta es cuando un artista deja elegir las canciones de sus conciertos a sus fans: el concierto debe ser una sorpresa, si no qué sentido tiene. Nadie va a ver una película que ya ha visto.
En la red también hay «antis».
Llevo recibiendo críticas toda una vida. Defenderme de ellas es tan simple como beber un vaso de agua.
Fuente: La Repubblica Firenze – Fuelvio Paloscia